Florencio Varela: Gozaba de salidas transitorias y aprovechaba para robar.

 Un sujeto que gozaba de salidas transitorias fue detenido este jueves mientras asaltaba un mayorista. El hecho ocurrió en Florencio Varela. Mientras era reducido gritó: «Ya estuve preso, no me pueden hacer nada». Además, amenazó de muerte a los oficiales.

 Un hombre que purgaba una condena por homicidio simple, y gozaba de salidas transitorias, fue detenido tras intentar asaltar un mayorista de golosinas. Al momento de ser detenido por los efectivos gritó… ” Yo ya estuve preso, no me pueden hacer nada. Hijos de puta vigilantes de mierda”.

 Además, una vez trasladado a la fiscalía amenazó de muerte al personal que le tomó las huellas para ser fichado.

 Los hechos se desencadenaron en la tarde de este jueves. En ese momento, personal del servicio externo de la comisaría 6ta. que recorría la zona fue alertado por el 911. Se dirigieron a la calle 1282 entre 1209 y 1211. Allí, comerciantes de un mayorista de golosinas estaban siendo víctimas de un robo.

 El propietario del comercio refirió a los oficiales sobre un sujeto que portaba un cuchillo. El delincuente, al notar la proximidad de los policías, decidió darse a la fuga.

 Los efectivos lograron ubicar al malviviente a los pocos metros. Según el relato policial, se impartió la voz de alto policía, la cual el individuo no acató, fugándose.

 Los oficiales lograron darle alcance minutos después. El delincuente optó por desafiar al personal tratando de golpearlos con los puños. También arrojó patadas, insultó y los amenazó: «Yo ya estuve preso. No me pueden hacer nada, hijos de puta vigilantes de mierda”.

 Los oficiales lograron reducirlo, y al momento de requisarlo, encontraron entre sus prendas dos cuchillos tipo tramontina. El hombre fue identificado como Luis Deffis, de 42 años.

 Posteriormente se pudo establecer que gozaba de salidas transitorias de la unidad carcelaria número 47, de San Martin. Allí cumple condena por homicidio simple, debiendo retornar a la cárcel ese mismo día.

 Una vez en la fiscalía, donde le tomarían las huellas dactilares y procederían a ficharlo, el malviviente nuevamente se puso agresivo y amenazó de muerte al personal.

 

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