Quilmes: Altos índices de subejecución en las obras públicas.
La administración de Martiniano Molina está en la mira por la subejecución del presupuesto 2016. Según el ejercicio oficial del propio municipio, durante ese año se subejecutó la mitad del presupuesto. Advierten que la situación no se ha revertido durante el primer semestre de 2017.
La discrecionalidad de los municipios para con la ejecución presupuestaria es un tema que surge continuamente antes de cada acto eleccionario. Por estos días, las denuncias apuntan a los municipios gobernados por hombres de Cambiemos.
Uno de los casos que ha tomado estado público fue el de Quilmes. La ciudad de Martiniano Molina está en la mira por la subejecución del presupuesto destinado por Provincia y Nación durante el 2016. El apoyo al intendente ha sido total y el giro de dinero lo demuestra.
Sin embargo, el balance oficial 2016 del municipio revela que Molina subejecutó el 50% de su presupuesto. En cuanto a la clasificación por «objeto de gasto», las cifras son pobrísimas. Uno de los ejemplos es el dienro destinado para la realización de obras y la adquisición de maquinarias y equipos.
De acuerdo al balance municipal, de un total de $3.684 millones destinados, se utilizaron sólo $269 millones. Esto representa apenas el 7% del dinero.
Otro de los puntos «flacos» del balance es la construcción de viviendas. Son reiterativos los reclamos de vecinos y piquetes en la puerta del palacio municipal reclamando por la precariedad habitacional. Al respecto, el municipio ejecutó nada más que el 3% del dinero.
En otros programas, como en el de «Villas y Asentamientos” se utilizó el 2% del dinero. Situaciones similares se dan en otros programas.
El balance del primer semestre ha sido muy similar en términos porcentuales. Esto a pesar de estar en un año electoral, cuando supuestamente más obras realiza cada municipio. Hasta Julio, el gobierno de Martiniano Molina utilizó menos del 10 % del presupuesto.
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