Sucedió ayer en la ribera quilmeña, en la calle Perú y Ortiz de Ocampo, donde una discusión entre vecinos finalizó con dos personas muertas. Familiares y amigos de las víctimas incendiaron la casa del presunto homicida, quien habría intercedido en una disputa entre su hijo y los dos fallecidos.
El hombre acusado del asesinato de los dos hombres fue reconocido como Gustavo Alarcón, quien según la información brindada por los testigos, intentó defender a su hijo Cristian, quien mantenía una fuerte discusión con tres hermanos.
Cuando Alarcón intercedió en el pleito, se originó un severo enfrentamiento a golpes de puños y patadas. Fue entonces que extrajo un arma de fuego y comenzó a disparar a quemarropas, hiriendo de gravedad a Luis Diaz (Quien permanece internado en el hospital Iriarte, en estado «reservado»), y asesinando a sus dos hermanos, Ariel y Sergio Diaz.
El hijo de Alarcón, Cristian, sufrió graves lesiones producto de los golpes, por lo cual debió ser asistido por profesionales médicos y quedó internado.
Tras el fatal episodio, se originó una «Pueblada», en la cual los vecinos vecinos apedrearon e incendiaron la vivienda del hombre que disparó contra los hermanos; Dos dotaciones de Bomberos Voluntarios de la Ribera llegaron al lugar, pero se vieron imposibilitados de apagar el incendio por la resistencia de los vecinos al paso de las autobombas.
Desde el destacamento de Bomberos declararon que «No pudimos extinguir la casa, porque estaba todo el barrio alborotado» y que «El personal de bomberos se tuvo que retirar y quedarse a 500 metros del lugar. No pudimos hacer ninguna tarea, ya que mientras que la casa se incendiaba, las personas que estaban no dejaban apagar el incendio».
