«A la corrupción de Martiniano Molina no les importa las fuentes de trabajo».
Tras la clausura del boliche Buró, de Quilmes, sus trabajadores protestaron este miércoles por la noche con una «sentada» frente a las puertas del lugar. Aseguran que tienen todo en regla, pero que «es más importante la coima de los ilegales que quienes trabajan hace más de 40 años».
La clausura estuvo a cargo del Doctor Chiodo, responsable del área de Fiscalización y Control de la Municipalidad. Según expresaron desde el municipio, el lugar no cumple con los requerimientos necesarios para abrir sus puertas. Detallaron irregularidades en los planos, en la cantidad de salidas de emergencia y la falta de material ignifugo en las instalaciones.
Por su parte, desde el boliche aseguran que «está todo en condiciones. En 42 años en el rubro nunca tuvimos que llegar a esto». Además, manifestaron que el año pasado, con motivo de otra inspección, los mismos inspectores no alegaron ninguna irregularidad con, por ejemplo, las salidas de emergencia, algo que ahora sí es motivo de cierre».
Sobre la clausura, aseguran que se trata de «una medida mediática» en relación al accidente ocurrido en Ezpeleta en el que fallecieron tres chicas. Minutos antes de ese hecho, las jovenes se fotografiaron en Buró y compartieron esas imágenes en las redes sociales.