Un hombre de 83 años fue hallado muerto en su casa de Quilmes, a metros del «Triangulo» de Bernal. Vecinos ingresaron a la fuerza al notar que las luces de la vivienda permanecían prendidas durante varios días. Lo encontraron esposado de pies y manos. Hacía tres días que no se sabía de él. Revisarán las cámaras de calle para tratar de dilucidar lo sucedido.
Quilmes. El misterioso crimen tuvo como víctima a un anciano de 83 años. Se trata de Manuel Pereyra, «Manolo» según lo conocía el barrio donde vivía. Hace menos de un mes, delincuentes asesinaron muy cerca de allí a Hugo Bulas, otro vecino de Bernal.
Esta vez, un hombre identificado como Manuel Pereyra fue encontrado asesinado dentro de su casa. Llamó particularmente la crueldad en torno al hecho. El cadáver tenía colocado esposas en sus manos y tobillos. Además, tenía una tela amarrada en su boca, según indicaron las primeras informaciones.
Hay más detalles que suman misterio al caso. Principalmente que la puerta de la vivienda de Pereyra no estaba forzada. Por otro lado, los vecinos no veían al hombre desde el miércoles. Este hecho llamaba la atención en el barrio ya que el anciano tenía una activa vida social. Allegados informaron que salía permanentemente de su domicilio.
En coincidencia, una luz del frente de su casa, en la calle Pilcomayo al 1200, permanecía encendida, también desde el miércoles a la noche.
Un vecino del anciano indicó que en la cuadra del crimen hay una cámara de seguridad del municipio, que será clave para las averiguaciones en las próximas horas.
El cuerpo del hombre fue trasladado hasta la morgue judicial. Allí se le practicaba la autopsia para determinar si realmente murió ahorcado como se presume. Interviene la UFI a cargo de la doctora Ximena Santoro. Se trabaja sobre varias líneas de investigación.
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