Se trata de Alberto Albornoz y Alejandro Jara, quienes fueron condenados (aunque todavía resta que el Tribunal Oral 2 de Lomas de Zamora lo ratifique) a cadena perpetua por el homicidio de Darío Ávalos en marzo de 2014, cuando éste se encontraba participando de una protesta frente a una obra de la constructora Esuco.
Albornoz y Jara formaban parte de una patota del gremio de la UOCRA que lo atacó (junto a otros trabajadores que reclamaban la reincorporación de compañeros despedidos y peticionaban fuentes de trabajo) con armas de fuego y armas blancas. Para que esto sucediera fue necesario el aval de la empresa y la «liberación de la zona» por parte de la Policía Bonaerense y Federal, según denunció la familia.
En la la audiencia de cesura, el fiscal requirió los pedidos de pena y el juez Luis Gabián, de Lomas de Zamora, dictó las sentencias para los exdelegados de la Uocra.
Los seis imputados por el asesinato de Ávalos, e integrantes de la patota gremial, recibieron condena: Alberto Albornoz y Alejandro Jara fueron sentenciados a prisión perpetua por «homicidio premeditado», mientras que Oscar Alberto Chukimia, Carlos Caseres, Daniel Cabrera y Javier Cabrera, recibieron una pena de 4 años y 6 meses de prisión por «homicidio en riña».
Según familiares y allegados de la víctima, en la causa no estuvieron todos los responsables en el banquillo y solo enjuiciaron a seis miembros de la UOCRA de Lomas de Zamora, pero no estuvo Walter Leguizamón, secretario general de dicho sindicato y (según los compañeros de Ávalos) autor intelectual del ataque. El ataque quedó íntegramente grabado en las cámaras de seguridad del Municipio, donde se ve claramente cómo un grupo agresor se pertrecha en la obra con el aval de la empresa».
La familia de la víctima recibió el veredicto con emoción y dijo estar conforme con el mismo, aunque remarcaron que no fueron a juicio todos los involucrados en el ataque del 11 de marzo de 2014.
