Uno de los dos detenidos por el crimen de Lautaro Morello y la desaparición de Lucas Escalante, pidió declarar ante la fiscal de la causa y busca desligarse de la acusación. En un primer momento, los dos imputados se habían negado a declarar.
Se trata de Maximiliano Centurión, sobrino del comisario mayor en actividad de la Policía Bonaerense, Francisco Centurión, y primo del otro detenido, Cristián (hijo del mismo comisario).
De acuerdo con fuentes judiciales, Maximiliano habría tomado esa decisión tras la recomendación de su abogado (distinto al de su primo), en un intento por desvincularse de la acusación en su contra. Cabe recordar que el joven fue detenido hace 11 días, después de que los investigadores allanaran la casa de su tío en el barrio La Capilla, de Florencio Varela.
Tanto Maximiliano como Cristian fueron arrestados porque se determinó que fueron los últimos que vieron con vida a Escalante y a Morello, el 8 de diciembre pasado.
Por otra parte, esta semana la fiscal Mariana Dongiovanni rechazó el pedido de las familias de Lautaro y Lucas para que la Policía Federal Argentina (PFA) colabore con la investigación. La representante del Ministerio Público determinó que la investigación esté a cargo de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de Quilmes.
En ese sentido, Dongiovanni imputó a los Centurión por el delito de “homicidio doblemente agravado por alevosía y ensañamiento” contra Morello. Para la magistrada, Cristian y Maximiliano estrangularon y golpearon a Lautaro con claras intenciones de matarlo.
La desaparición de Lucas y Lautaro
Los jóvenes desaparecieron luego de salir a festejar el triunfo de la Selección frente a Países Bajos el 9 de diciembre. Ese sábado, en la localidad de Abasto, La Plata, fue encontrado prendido fuego el auto en el que se movilizaban.
Según el relato de familiares y amigos, ese día por la noche Escalante pasó a buscar a su amigo Morello por su casa del barrio Villa Hudson de Florencio Varela, a bordo de un auto BMW azul.
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El plan era salir a bailar a un boliche de la zona para celebrar la clasificación de la Selección a semifinales del Mundial, pero de un momento para otro dejaron de dar señales.
Una semana más tarde, el 16 de diciembre, el cuerpo de Morello fue encontrado calcinado al borde de la autopista en construcción Buen Ayre. A un vecino de Longchamps que se dirigía a una zona rural aledaña le llamó la atención la presencia de un bulto, se detuvo y de inmediato llamó a la policía.
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