Jorge Ríos fue sobreseído tras matar a un delincuente en Quilmes

Jorge Ríos fue sobreseído tras matar a un delincuente en Quilmes
Jorge Ríos fue sobreseído tras matar a un delincuente en Quilmes

Jorge Ríos, el hombre de 71 años que fue sobreseído días antes del inicio del juicio por haber matado a balazos en julio del 2020 a uno de los delincuentes que lo asaltaron en su casa de Quilmes, dijo hoy que no está arrepentido de su accionar porque si no se defendía lo hubiesen asesinado a él. Además, remarcó que ahora puede «hablar con más tranquilidad» porque se encontraba «viviendo con la espada de Damocles en la cabeza».

«Si yo no me defendía no estaba hablando en este momento, no lo hubiese podido contar», aseguró al canal Todo Noticias el hombre que ayer fue sobreseído por el juez Rubén Darío Hernández, del Tribunal Oral en lo Criminal 3 quilmeño que debía llevar adelante el debate con jurados populares a partir del 12 de junio.

El magistrado hizo lugar al pedido efectuado ayer por el fiscal Andrés Federico Nieva Woodgate, de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio (UFIJ) 18 de Quilmes.

«Recién estoy saliendo de mi asombro, como fue tan duro conmigo la justicia… pero yo tengo a los tres mosqueteros (por sus abogados) que me defendieron a muerte y buscaron todos los vericuetos en los cuales está gente estaba flaqueando y lo aprovecharon», destacó Ríos, quien añadió que el pedido de la defensa «parece que le tocó el alma al fiscal».

Ríos afirmó que después de la decisión de la Justicia ahora puede «hablar con más tranquilidad» y contó que «después del incidente, fue bravo», ya que recibió «amenazas».

«En algunos casos ciertos mensajes por el séquito que tengo acá cerca, en su mayoría todas amenazas. Bancarme que en la esquina de mi casa me hicieron una misa macumbera en honor al muchacho que falleció, todas esas cosas. Pero aparte estar viviendo con la espada de Damocles en la cabeza», señaló.

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Por último, Ríos indicó que no se «movió» de su casa cuando le «levantaron la prisión domiciliaria porque a cincuenta metros es la entrada de la villa». «Tuve que empezar a salir por otro lado y me sentía muy condicionado y con miedo a las represalias», sostuvo el herrero jubilado.

Ríos iba a ser juzgado como acusado del «homicidio agravado por el uso de arma de fuego» de Martín «Piolo» Moreyra (26). Sin embargo, el juez Hernández finalmente consideró que actuó en su legítima defensa cuando fue atacado por los asaltantes dentro de su casa.

«No tengo ni la más mínima duda de que esos disparos fueron realizados en ejercicio de la legítima defensa, porque se produjeron en respuesta a una agresión ilegítima y en el interior de su casa», señaló el magistrado.

En ese sentido, consideró que se dieron los requisitos de «agresión ilegítima; necesidad racional del medio empleado para impedirla o repelerla»; y «falta de provocación suficiente por parte del que se defiende», en favor del accionar de Ríos.

Los hechos investigados ocurrieron entre las 4 y las 4.50 de la madrugada del 17 de julio del 2020, cuando cinco ladrones ingresaron por tercera vez en la misma noche a robar a la vivienda de Ríos.

El herrero jubilado fue sorprendido en su casa mientras dormía, y fue golpeado e intimidado con un destornillador por los asaltantes, quienes le causaron heridas en el dorso de la mano derecha, en su antebrazo derecho, y en la cabeza, al mismo tiempo que «intentaron desapoderarlo ilegítimamente de cosas de valor existentes en la propiedad», acreditó el juez Martín Nolfi.

Sin embargo, los ladrones no pudieron lograr su objetivo porque Ríos extrajo una pistola Bersa Thunder calibre 9 milímetros y les efectuó varios disparos con los que los hizo huir.

En las imágenes de las cámaras de seguridad se ve que uno de los asaltantes, luego identificado como Moreyra, quedó rezagado del resto de la banda porque estaba herido y trató de huir rengueando hasta que cayó a la vuelta de la esquina.

En los mismos videos se ve que Ríos salió armado de su casa y alcanzó a Moreyra, lo pateó y, según declaraciones de testigos, le disparó.

Si bien en la filmación no se observa a simple vista ningún fogonazo por la mala calidad de la imagen, la hipótesis principal de la fiscalía de instrucción, a cargo de Ariel Rivas, es que, en ese sitio, a 60 metros de su casa, el jubilado remató al delincuente.

Sin embargo, la defensa se amparó durante estos tres años en un peritaje balístico del Instituto de Ciencias Forenses de Lomas de Zamora, el cual determinó que Ríos disparó «a una distancia superior a los 50 centímetros».

En tanto, el personal policial que arribó al lugar minutos después de consumado el hecho tras un llamado al 911, encontró tres vainas servidas correspondientes a un arma calibre 9 milímetros.

A su vez, la autopsia al cuerpo de «Piolo» Moreyra indicó que el delincuente recibió dos balazos, uno en el tórax y otro en la región abdominal que le causó la muerte, por lo que la defensa de Ríos sugirió que pudieron haber sido «plantadas» por los policías que trabajaron en la escena.