Luis Esteban Weiman, el vigilador privado acusado del crimen de Denise y Sabrina y de herir a otras dos jovenes en Florencio Varela, se negó a declarar y seguirá detenido. La causa pasó a la fiscalía de género. El tío de Denise, quien señaló el vínculo entre ella y Weiman, fue atacado a tiros, aunque aún no se confirmó si se trata de un hecho aislado o sufrió represalias por el crimen de su sobrina. Hubo incidentes y detenidos por disturbios.
Luis Weiman, de 36 años, fue imputado de cuatro hechos de «homicidios agravado», dos consumados y otros dos en grado de tentativa, que tienen pena de prisión perpetua. Por su parte, el tío de Denise denunció un ataque en un confuso episodio, por el cual se investiga si se trató de un hecho de inseguridad o tiene que ver con lo que declaró.
El homicidio de Denise, de 17 años, fue agravado por «mediar violencia de género, alevosía y el uso de arma de fuego», mientras que a los casos de la asesinada Sabrina, de 16 años, y las heridas Némesis, de 15 años, y Magalí, de 16 años, les incluyó sólo los últimos dos agravantes.
Según datos que surgen de la investigación, dos testigos confirmaron la relación entre Weisman y Denise; El acusado, al no aceptar la decisión de la menor de terminar dicha relación, comenzó a acosarla. Diez días antes del hecho, Denise le pidió ayuda a un tío porque sabía que el acosador portaba armas de fuego, según relatan los testimonios.
Los investigadores secuestraron teléfonos celulares del acusado y de las chicas, cuyo contenido son analizados por los peritos informáticos. Al mismo tiempo, cuentan con las imágenes captadas por una cámara de seguridad municipal en la que se ve el momento de los disparos (pero no al tirador) en una secuencia y en la siguiente se observa a un hombre abandonar rápidamente la escena del crimen a pie. Aún se investiga si se trata de un segundo atacante, del imputado o de un testigo que se asustó y se fue del lugar.
Alrededor de las 15:30, allegados a las víctimas comenzaron a generar disturbios en la calle y a arrojar cosas contra el portón principal de la fiscalía. Además de piedrazos y patadas contra el frente de la dependencia, arrojaron una escalera (propiedad de uno de los móviles televisivos) e intentaron prender una fogata en la calle.
Rápidamente el accionar de la policía permitió desarticular la manifestación, y varios de los que participaban de los desmanes terminaron siendo detenidos.