Uno de los rugbiers se descompensó durante el veredicto de prisión perpetua

Uno de los rugbiers se descompensó durante el veredicto de prisión perpetua
Uno de los rugbiers se descompensó durante el veredicto de prisión perpetua

Máximo Thomsen, uno de los rugbiers condenado a prisión perpetua por haber matado a Fernando Báez Sosa, se descompensó tras recibir la condena. El joven primero debió sentarse y luego quedó tirado hacia atrás, y tuvo que ser asistido.

Thomsen fue el responsable de una de las patadas en la cabeza que Fernando recibió en la brutal golpiza que terminó con su vida.

Producto de este episodio, el recinto tuvo que ser desalojado para continuar con la lectura del veredicto. La transmisión fue cortada y luego se reanudó para concluir con la lectura del fallo.

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Thomsen (23) nació el 27 de noviembre de 1999 y sus allegados lo apodan «Machu». Se formó como rugbier en el Arsenal Zárate Rugby y jugaba en el Club Atlético San Isidro desde 2017, pero fue suspendido como socio tras conocerse su detención. Era estudiante en el profesorado de educación física y quería ser kinesiólogo de alto rendimiento.

Fue sacado por la fuerza del boliche «Le Brique» de Villa Gesell y en el juicio fue señalado por testigos como uno de los que pateó en la cabeza a Fernando, cuando ya estaba caído en el suelo. Al declarar ante el tribunal dijo que «jamás» tuvo «intenciones de matar a alguien», que reaccionó «tirando patadas» ante una «piña en el rostro», y reconoció como propia la zapatilla con sangre de la víctima que dejó su impronta en el rostro del joven asesinado.

Fue señalado además por uno de los policías que declaró, como quien involucró falsamente al remero Pablo Ventura, detenido en el inicio de la investigación y sobreseído días más tarde.

Pidió «disculpas» a la familia de Fernando, y en sus últimas palabras antes de la sentencia sostuvo: «Jamás pensé que algo así podría llegar a pasar. Ojalá pudiera volver el tiempo atrás y revertir todo esto. Estoy muy arrepentido». En los días previos a los alegatos, pidió asistencia psicológica dentro de la unidad penal en la que están alojados.