Nicolás Santomé//
La Cámpora le volvió a marcar la cancha al presidente Alberto Fernández esta semana, cuando el mandatario nacional visitó Avellaneda para presentar el Seguro Nacional de Bomberos Voluntarios y lo recibió con pasacalles con la leyenda “Kirchner o mascotas de Clarín”. También Mayra Mendoza subió (el mismo día) fotos de una actividad en Quilmes luciendo una remera con un mensaje similar
En un ambiente tenso pero que en los últimos días venía relativamente tranquilo, la organización política comandada por Máximo Kirchner volvió a querer plantar bandera y le dejó un mensaje con olor a ultimátum a Alberto Fernández, cuya figura aparece cada día más desgastada.
Los pasacalles se vieron en pleno centro de Avellaneda y pudieron sortear el (parece que no tan) estricto operativo de seguridad. Algunos se preguntaron por qué Ferraresi permitió el cartel en cuestión en el lugar más transitado de la ciudad, una esquina frente a la Plaza Alsina, sobre Avenida Mitre.
La respuesta para algunos es obvia: el nuevo-viejo intendente de Avellaneda es un alfil de Cristina Kirchner y, pese a que en algún momento «levantó» a Alberto Fernández para una posible reelección, su pobre y desgastada gestión al frente del Ministerio Desarrollo Territorial y Hábitat terminó con su salida de esa cartera y el «regreso a casa» para «cuidar el terreno propio».
En ese marco, la visita de Alberto a «la capital nacional del futbol» para presentar el Seguro Nacional de Bomberos Voluntarios parecía un gesto de parte de Ferraresi, gesto que quedó opacado acaso por los pasacalles y la frialdad de los discursos que se oyeron en el cuartel de la calle Ameghino.
Ya nadie va a escuchar tu remera
El mismo martes, la intendenta de Quilmes (una de las principales caras de La Cámpora), de estrecha relación con Máximo y Cristina Kirchner, se mostró en una actividad con niños por el día de Reyes luciendo una particular remera: llevaba la inscripción «Mascotas del mafioso de Magneto jamás».
Mendoza, con una imagen negativa de las más altas entre los intendentes del conurbano, intenta colarse, a fuerza de remeras con frases ingeniosas y selfis en Ezeiza, en la lista de posibles candidatos que la vicepresidenta ya borronea en su búnker de Recoleta.
Resulta difícil, en este bote a la deriva que parece hoy el Frente de Todos, alinear los remos para encontrar el diálogo interno que desde ese espacio tanto se vocifera frente a los micrófonos amigos.
