Lo denunció Carlos Regazzoni, titular del organismo. Asegura que los afiliados fueron abandonados en la última década.
«Cuando llegamos al PAMI encontramos 16 mil sillas de ruedas oxidándose en galpones. Son 16 mil argentinos olvidados», escribió en su cuenta de Twitter Carlos Regazzoni, director ejecutivo del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados.
Además planteó que existía “una industria para robar el dinero del PAMI”, ya que “habían sido dado de baja pacientes que figuraban en padrón de diabéticos, a quienes se les prescribían tiras reactivas, que nunca antes habían consumido, coincidentemente dos meses después de fallecidos”.
Poco después de asumir, Regazzoni denunció millonarias estafas contra la obra social y aseguró que “hay 22 causas penales, allanamientos y gente presa”, además de advertir sobre “un mercado negro de medicamentos”.
Carlos Regazzoni expuso este martes en un plenario de comisiones de la Cámara de Diputados, encabezadas por la de Personas Mayores, que conduce la massista Mirta Tundis.
El funcionario aseguró que la situación en la que encontró el organismo apenas asumió era “insostenible”, y puso de relieve que “si hay un sector abandonado fueron los jubilados más pobres”, cuya tasa de mortalidad fue en los últimos 10 años “inaceptablemente alta”.
Afirmó además que, cuando el presidente Mauricio Macri le propuso conducir el organismo, le pidió que “cuide a los jubilados para que tengan la mejor salud posible”, pero advirtió sobre la existencia de “un mercado negro de medicamentos y un circuito mafioso” en la obra social.
Regazzoni dijo que existía “una industria para robar el dinero del PAMI adulterando los padrones”, al revelar que “habían sido dado de baja pacientes que figuraban en padrón de diabéticos, a quiénes se les prescribían tiras reactivas, que nunca antes habían consumido, coincidentemente dos meses después de fallecidos”.
Luego, una consulta, aseguró que “todos los insumos para la diabetes están garantizados con la mejor cobertura posible” y afirmó que la intención del organismo es “trabajar con los médicos para capacitarlos y que puedan prescribir mejor los medicamentos”.
Regazzoni, que a poco de asumir denunció millonarias estafas contra la obra social ocurridas durante la última gestión, precisó que por esa situación “hay 22 causas penales, allanamientos y gente presa” y advirtió sobre la existencia de “un mercado negro de medicamentos”, al señalar que el PAMI “no fue una isla en el país de Lázaro Báez, hubo fraude a la administración pública”.
Entre otras irregularidades, el funcionario mencionó que las prótesis “se pagaban cuatro veces más” y aseguró que “algunas farmacias vendían medicamentos a fallecidos, iban cadetes con pilas de recetas, todas iguales, hechas por las mismas personas”.
Luego advirtió que en los hospitales e instituciones que atienden afiliados de la obra social, “hace 10 años que no se invierte”.