Carlos Raúl Arroyo, histórico vendedor de la peatonal Rivadavia de Quilmes, fue víctima de la inseguridad a plena luz del día. Un delincuente le hurtó su mochila, donde guardaba sus documentos, llaves, y el carnet de discapacidad. Vecinos iniciaron una campaña para hallar su documentación.
Carlos Arroyo trabaja desde hace casi 40 años vendiendo curitas. No es difícil encontrarlo en la peatonal Rivadavia de Quilmes cualquier día de la semana. Lo que sí es díficil es creer que alguien podría robarle a una persona que se encuentra trabajando pese a tamaña discapacidad.
“Tenía la mochila en el banco y me puse un poco a la sombra. Estaba atendiendo a dos mujeres y cuando me di vuelta no estaba más, me la hurtaron. Lo primero que pensé es que era algún conocido que me la había escondido a modo de broma. Lamentablemente no fue así” contó Carlos.
En su mochila guardaba el DNI (14.106.713) y el carnet de discapacidad. También tenía allí el pase libre para colectivos, las llaves y curitas, que es la mercadería que vende a diario.
El hecho ocurrió el día jueves y, apenas se percató de lo que había ocurrido, Carlos recorrió todos los tachos de basura de la Peatonal y las plazas cercanas en busca de elementos descartados. Lamentablemente no encontró nada.
“Esto me parte al medio, te da bronca, te pones loco. En marzo me tendría que salir la pensión y si no tengo los documentos ni el carnet se me retrasa todo. Voy a esperar hasta el lunes. Si no aparecen los documentos tendré que rehacerlos”, se lamentó.
ATras conocerse esta situación en las redes sociales, miles de usuarios comenzaron una campaña. A pesar de ofrecer realizar una colecta para ayudarlo, Carlos no la aceptó. Al respecto dijo que “la gente siempre es muy buena, son lo mejor de Quilmes. Pero yo no agarro plata porque me enseñaron la dignidad del trabajo”.
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Pobre hombre ai siempre.lo veo dice curita señoras