
El intendente kirchnerista designó a su hija Julieta Pereyra en la Subsecretaría de Cultura y Educación de la municipalidad. Antes militaba con el “Momo” Venegas.
Julieta Pereyra es una de los cinco hijos del intendente kirchnerista del distrito del sur del Conurbano y en el pasado militó para Gerónimo “Momo” Venegas, uno de los sindicalistas que enfrentó con mayor vehemencia al gobierno de Cristina Kirchner. El propio intendente debió salir a explicar que «no sabía» que su hija militaba en la oposición.
Pero luego de su aventura en las huestes del Momo, la hija de Pereyra comenzó a oficiar de guionista para obras de la subsecretaría de Cultura y en los últimos años funcionó como un vínculo entre el municipio gobernado por su padre y un grupo de selectos músicos y artistas que se presentaron en los últimos años en Varela.
Ejemplos de ello fueron las presentaciones de la exitosa dupla del dramaturgo Pepe Cibrián Campoy y el compositor Ángel Pititto “Malher”, quien supo brindar un concierto en los jardines del Hospital El Cruce «Néstor Kirchner”.
Pero este año Pereyra decidió blanquear el trabajo que su hija hacía por el municipio y la designó como funcionaria.
Después que el portal web «LPO» revelara que su hija Julieta juega en Berazategui en las filas del líder de los peones rurales, el intendente de Florencio Varela emitió un comunicado en el que insólitamente señala que «nunca le fue informada» esa situación. «Nunca haría algo en contra del compañero Mussi», dijo.
Parece que la noticia cayó mal en nuestro distrito. Julieta Pereyra y su marido, el ex Subsecretario Social de Tierras del gobierno Nicolás Terrera son grandes referentes sociales opositores al intendente local, Juan Patricio Mussi. Y la designación podría tensar las relaciones de los dos jefes comunales.
Sin embargo, al parecer, Pereyra desconocía el perfil político de su hija. Además, dijo que nunca haría nada “en contra del modelo” y “menos al compañero y amigo Patricio Mussi quien es otro soldado de este proyecto, y a quien yo respeto y apoyo profundamente”.
Personalmente no creo que este mal que esta persona, a quien no tengo el agrado de conocer, trabaje. El trabajo no debe ser propiedad exclusiva para todos aquellos que piensen ideológicamente de igual manera. Si Trabaja no veo razón alguna para que no pueda ser aceptada en un cargo. Cada cual puede militar o no, con quien quiera. El trabajo debe ser respetado para todos, mas allá de la militancia política que pueda tener.