Debido a la gran cantidad de robos sufridos en los últimos tiempos, la cadena de heladerías Bacchio decidió cerrar dos de sus locales de zona sur; los directivos de la empresa argumentan que los constantes hechos delictivos sufridos y el temor de sus empleados fueron decisivos a la hora de tomar la decisión.
A raíz de la gran cantidad de robos sufridos en los últimos tiempos, la cadena decidió poner punto final a dos sucursales, una es la ubicada en la Avenida 12 de Octubre y Juan B. Justo, en Quilmes Oeste, y la otra es la que se encuentra en Solano, más precisamente sobre la Avenida 844 Nº 1975.
«Los empleados están con miedo y es entendible, por eso se tomó la decisión de cerrar el local de Solano el domingo», sostuvo Pablo Ricciardi, gerente administrativo de la firma, quien arguyó que fueron 14 los robos sufridos en los últimos 20 días». En total, fueron 8 los delitos cometidos en Quilmes Oeste y seis en Solano.
También se registraron dos intentos de robo en el otro local de Solano, ubicado sobre 844 Nº 286. Sin embargo, lo que más irrita a Ricciardi es que en las filmaciones registradas por las cámaras de seguridad de los locales, el autor de los hechos pareciera ser el mismo. «Hay registros de Solano y Quilmes Oeste donde se ve al mismo delincuente, con la misma moto e incluso la misma indumentaria», explicó. A su vez, detalló que radicó las correspondientes denuncias, pero no hubo novedades ni aprehensiones.
Además de sufrir esta gran cantidad de robos, los problemas para Ricciardi aumentaron cuando todos los empleados de la sucursal Solano presentaron su renuncia por el temor a ser agredidos. Según el propio Ricciardi: «Los que presentaron la renuncia son los dos trabajadores del local, más el que aporta la franquicia». Y además detalló que «en el último robo, además del dinero, el malviviente le pidió a la empleada todos los postres de la heladera y exigió una bolsa para poder ir más cómodo en la moto».