La justicia le revocó el beneficio de la prisión domiciliaria al genocida Miguel Etchecolatz. En consecuencia, el ex jefe de la Policía bonaerense deberá volver a una cárcel común. El represor recibió cinco condenas a perpetua por delitos de lesa humanidad.
La decisión decisión implica que la edad del genocida no le otorga el beneficio de la prisión domiciliaria de manera automática. Además, consideró que los problemas de salud que lo aquejan pueden ser tratados dentro del sistema penitenciario.
La Cámara Federal de Casación Penal revocó la prisión domiciliaria al represor Miguel Etchecolatz. En consecuencia, el condenado a prisión perpetua deberá regresar a una cárcel común.
El ex jefe de Investigaciones de la Policía Bonaerense durante la dictadura había recibido seis condenas. Varias de ellas eran a perpetua, todas por delitos de lesa humanidad. Etchecolatz había sido beneficiado este año por el Tribunal Oral Federal 6, que le otorgó el arresto domiciliario con tobillera electrónica.
Según el fallo de Casación, Etchecolatz puede “permanecer detenido dentro de un establecimiento penitenciario. Allí recibirá la debida atención, tratamientos y controles que sean resultan necesarios para sus patologías”.
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