Se juzgó a militares y civiles involucrados en secuestros, torturas, crímenes y apropiación de niños durante la dictadura. También, a los pilotos de los vuelos de la muerte. Es el proceso más importante desde el Juicio a las Juntas. Alfredo Astiz y el Jorge «Tigre» Acosta recibieron perpetua.
29 represores fueron condenados ayer a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad perpetrados en la ex ESMA, durante la última dictadura militar. Entre otros, fueron juzgados Alfredo Astiz y Jorge «el Tigre» Acosta. Se los condenó, incluso, por arrojar prisioneros con vida al mar, en los llamados «vuelos de la muerte».
Durante el proceso judicial, que duró cinco años, se juzgó en total a 54 acusados por delitos cometidos contra 789 víctimas que pasaron por la ex ESMA. Se trata del proceso por derechos humanos más grande de la historia la Argentina.
Entre los condenados a prisión perpetua están Jorge «el Tigre» Acosta y Alfredo Astiz. Son dos de los represores más conocidos entre los que actuaron en la ex ESMA. También Ricardo Cavallo, Alfredo Donda Tiguel, Juan Carlos Rolón y Antonio Pernías, entre otros, además del capitán retirado Carlos Guillermo Suárez Mason, hijo del fallecido general homónimo.
El fallo del Tribunal Oral Federal N° 5 dictó, además de las perpetuas, penas de entre ocho y 25 años. Otros seis acusados fueron absueltos por el tribunal, que además liberó a diez acusados. En este último caso es por que se dio por cumplida la pena que venían purgando o bien porque fueron declarados inocentes.