Testimonios de las víctimas y escuchas telefónicas: las claves de la causa contra «La Razón de Vivir»
El agente fiscal de la Unidad funcional de instrucción y juicio (UFIJ) 1 de Berazategui, Daniel Ichazo, confirmó que las detención del conductor televisivo Marcelo «Teto» Medina y otras 16 personas acusados de asociación Ilícita y reducción a la servidumbre con fines de explotación laboral en una comunidad de rehabilitación de personas con adicciones, comenzó con la denuncia de ex internos y corroborado por escuchas telefónicas.
«La investigación comienza por denuncias de propias victimas que salieron de acá en los últimos seis meses, son 10 victimas y tiene que ver con este contexto de reducción a la servidumbre, trabajo forzoso y medicación no controlada que se le daba algunos, no a todos, y además la ganancias económicas por lo que le hacían trabajar y no le pagaban, y porque a algunas familias le pedían una cuota», explicó el fiscal.
Luego de ingresar a uno de los centros ubicados en Bosques, el funcionario judicial explicó que todas estas presuntas acusaciones «no solo se prueba con testimonios, sino con escuchas telefónicas de 45 días».
«Tengamos en cuenta que estamos hablando de una patología que arrasa a la comunidad, donde los recursos simbólicos y al situación de vulnerabilidad en que se encuentra la familia y los chicos, hace que algunos quieran dejar a su hijo o hermano donde cree que esta siendo rehabilitado, y no es así», añadió Ichazo a los medios y se retiró para continuar con la entrevista de los internos.
Denuncias de las víctimas
Las víctimas que hablaron en la Justicia narraron escenas de torturas, acoso psicológico y encierro. Señalaron también que eran obligados a dormir en el piso y que se les prohibía comer.
Por su parte, uno de los internados allí relató que le fue retirada la medicación que tomaba por su condición de enfermo de HIV. En tanto que otro detalló el momento en que le fue amputada una pierna por su diabetes y cómo fue atendido luego por los propios adictos que se recuperaban en el lugar.

El intercambio del fiscal con las familias
Previamente, antes de hablar con la prensa, el funcionario judicial habló con los familiares de las personas que se encontraban internadas en esa comunidad terapéutica, llamada La Razón de Vivir, orientada a la rehabilitación de personas con adicciones.
Durante ese intercambio, el fiscal trató de explicarles que era lo que sucedía. Por su parte, los familiares desmintieron las denuncias y pedían que los mantengan es ese centro, donde «los chicos están bien», según dijeron la mayoría de los presentes, que en un momento cantaban «queremos a la institución».
Un momento de tensión se produjo cuando un familiar preguntó si estaba la Sedronar, y ante la repuesta afirmativa del fiscal dijeron al unísono «no, no queremos a Sedronar». En tanto que una mujer aseguró que su hermano murió por la intervención de esa entidad nacional.
«Usted es fiscal, si yo me llevó a mi hijo y vuelve a drogarse a la calle, ¿Yo que hago?. Eso para mi es un retroceso», cuestionó una mujer, a lo que el fiscal respondió que «me encantaría responder eso, pero no puedo».
Por último, el Ichazo pidió tiempo para poder hablar con las personas internadas y luego, junto a los familiares y las autoridades, determinar a que lugares van a ser derivados cada uno. «Nadie se va a ir de acá obligado o contra su voluntad», pero indicó que el lugar no está habilitado para funcionar.