Nahir Carrizo, la agente de la Policía Bonaerense que mató a su tío tras enterarse que éste abusaba de sus hermanas, y que ya había abusado de ella, podría ser juzgada bajo una carátula de “homicidio agravado”. Se trata de una posible condena de entre 10 a 25 años de prisión efectiva.
Carrizo, de 25 años de edad, cumplía funciones en el Comando de Patrullas de Quilmes. En junio del año pasado, mató de tres tiros a su tío Lucio Larramendia, de 52, luego de que sus dos hermanas, de 8 y 13 años, le contaran que habían sido abusadas por él.
La misma Carrizo, víctima de Larramendia durante su infancia, bajo una aparente «emoción violenta», llegó hasta la casa del abusador y los ejecutó de tres disparos, uno de ellos en el cráneo.
El brutal hecho tuvo lugar en la localidad de Juan María Gutiérrez, de Berazategui, en inmediaciones de calles 422 y 455.
Tras el crimen, la oficial fue detenida y permaneció entre rejas por espacio de 30 días. Finalmente, fue liberada, aunque ahora la fiscal Gabriela Mateos, titular de la UFI Nº 3 Descentralizada de Berazategui, pidió que el caso se encuadre como un “homicidio agravado por el uso de arma de fuego”, sin considerar ningún atenuante.
Por su parte, la defensa de Carrizo requirió que antes de que se conforme el Tribunal para el juicio, se tenga en cuenta que el temperamento de la imputada fue tomado bajo el contexto de «emoción violenta». Con ello, la pena se reduciría a entre 3 y 6 años como máximo.
De momento se espera que el juez Gustavo Alejandro Mora, titular del Juzgado de Garantías Nº 7 del Departamento Judicial Quilmes, decida cómo proseguirá el caso.