Los números que el Gobierno no quiere informar
Por Nicolás Santomé
Los últimos días han evidenciado lo que el Gobierno nacional venía desestimando: la Argentina tiene poca capacidad de testeo. La decisión de testear sólo a quienes presentan síntomas y seguir el nexo para controlar a los contactos estrechos responde más a una necesidad por carencia de recursos que a una estrategia concensuada y planificada.
A nivel nacional, la tasa de positividad (que los expertos y la misma Organización Mundial de la Salud ponen como referencia por sobre otras estadísticas para medir el impacto del virus) es la mejor forma de saber si un país está actuando de manera eficaz para atender la pandemia. Lo recomendable es que esa tasa (que se mide tomando los casos confirmados sobre los testeos realizados) no supere el 10%. Si es muy inferior a ese porcentaje, se malgastan recursos (Se testea mucho de manera innecesaria), si es superior, se testea poco.
Para entender lo que ocurre en nuestro país hay que saber que desde que se inició la pandemia, Argentina tiene un 32% de positividad, un número muy por encima del 10% recomendable. Sin embargo, lo peor parece recién comenzar, ya que, en los últimos siete días, ese índice subió hasta el 53%, siendo que más de 5 de cada 10 personas testeadas resultan positivo.
La comparación con otros países:

Datos proporcionados por Ourworldindata.org
En líneas generales, Argentina se ubica séptimo en el mundo en cuanto a peor tasa de positividad, evidenciando no sólo que se testea poco, sino que además se informan cifras que distan de mostrar lo que realmente está ocurriendo. En la práctica esto queda evidenciado por las múltiples quejas de quienes tienen síntomas pero que, a pesar de ello, se les niega el testeo (porque no tienen todos los síntomas, porque no representan mayor gravedad, etc.), situación que viene repitiéndose en las últimas semanas.
Municipios
A nivel local, por ejemplo, Berazategui tienen una tasa de positividad acumulada (es decir, desde que comenzó la pandemia) del 41%. En las últimas 24 horas (5/8 al 6/8), 5 de cada 10 testeados dieron positivo. En Quilmes ocurre algo muy parecido: en el acumulado desde el inicio de la pandemia la tasa de positividad es del 42%.
¿Y los testeos?
¿Por qué el Gobierno no testea más? la respuesta a esa pregunta sólo la pueden dar las autoridades. De este lado del mostrador, sólo nos queda aventurar diversas hipótesis, como por ejemplo que nadie está dispuesto a reconocer que no se sabe bien qué hacer y que en realidad vamos a tientas, viendo para qué lado sopla el virus. Nadie estaba preparado para esta pandemia, pero, ¿por qué no informar con números reales?. En las últimas horas, se tomó la decisión de facultar a las provincias a confirmar casos positivos de coronavirus sin la realización de un hisopado, algo que evidencia lo que está ocurriendo.
La incertidumbre ahora pasa por qué medida tomará el Gobierno el 16 de agosto, cuando finalice una nueva etapa ASPO/DISPO. Un colega me dijo hace unos días que «La gente ya ganó la calle», algo que parece evidente viendo las imágenes en redes sociales que muestran a muchos reunidos en plazas, frente a bares o caminando por la peatonal de cada ciudad, ¿Estará dispuesta la gente a volver a una cuarentena absoluta, sin salir de sus hogares?, resulta difícil pensarlo, pero resulta aún más difícil imaginar algún tipo de «normalidad» antes de que llegue la tan ansiada vacuna, para lo cual todavía hay más incertidumbres que certezas. Mientras tanto, sería bueno tener datos más reales, que nos ayuden a dimensionar la realidad de lo que ocurre.
Mi familia y Yo tuvimos las sintomas llamamos a Ioma y no nos dieron ninguna importancia, salvo un medico que llamo 2 veces por telefono.