«Los maté porque me tenían cansado», la carta del autor del doble crimen de Olavarría

"Los maté porque me tenían cansado", la carta del autor del doble crimen de Olavarría

La localidad bonaerense de Olavarría no sale de la conmoción que se generó por el doble asesinato de una madre y su hijo adolescente, cuyos cuerpos sin vida fueron descubiertos este martes dentro de su propia casa. El asesino, identificado como Marcelo Fabián Ene, se quitó la vida no sin antes dejar una carta escrita que detalla el brutal asesinato.

Las víctimas, María Sandra Aguer y su hijo, Thiago Contreras, fueron encontradas sin vida dentro de un freezer. “Los maté porque me tenían cansado”; “el nene era muy contestador y maleducado”; “todo era un problema, se quejaba de todo”, fueron algunas de las justificaciones brindadas por el agresor en su nota, como lo confirmó este miércoles Marcelo Sobrino, fiscal jefe del Distrito Judicial de Azul.

Además, el asesino explicó en el mensaje que optó por conservar los cuerpos en el congelador «para que pudieran ser velados», según el relato del fiscal. También indicó que en la escena del crimen los investigadores descubrieron restos de cocaína y un mazo manchado de sangre, por lo que se presume que las víctimas fueron asesinadas a golpes.

«Hacía bastante tiempo que no presenciaba algo de esta naturaleza», enfatizó el fiscal Sobrino en referencia al espantoso caso que salió a la luz en las últimas horas, cuando las hijas mayores de la fallecida -de una relación anterior- la visitaron en la residencia después de no recibir respuesta a sus llamadas.

Según su relato, las jóvenes comenzaron a albergar sospechas sobre sucesos peculiares de la semana pasada. Por un lado, se enteraron de que su hermano menor, Thiago, no iba a la escuela desde el 22 de agosto.

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Además, Sobrino señaló que lo que más les llamó la atención fue que su madre les estaba respondiendo por escrito desde mediados de la semana pasada. «Aguer había sido operada de los ojos, por lo que solía enviar mensajes de voz», aclaró el fiscal.

Cuando las hijas se acercaron y tocaron la puerta de la casa de su madre, el asesino las recibió, dijo no saber dónde se encontraban, ni Aguer ni el hijo de ella. Un rato después, se descubriría la espantosa verdad y también lo encontrarían a él, ahorcado, en el mismo domicilio.

FUENTE: TELAM

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